¿Estamos realmente utilizando BIM para salvar vidas o solo para hacer renders bonitos? El Modelado de Información de Construcción (BIM) promete revolucionar la industria con diseños estructurales colaborativos, pero ¿qué pasa cuando un terremoto real pone a prueba nuestras estructuras? ¿Cuántos errores invisibles, tantas incompatibilidades ignoradas durante el diseño, se ocultan detrás de un modelo digital aparentemente perfecto?
El **trabajo colaborativo en BIM permite que arquitectos, ingenieros y constructores compartan en tiempo real modelos 3D inteligentes**, detectando problemas de integración antes de que los ladrillos estén en obra[1]. Por ejemplo, en un complejo hospitalario, la coordinación BIM evitó conflictos críticos entre instalaciones eléctricas y tuberías HVAC que, de no detectarse, habrían provocado retrasos y costes millonarios en obra[4]. ¿Pero esto garantiza seguridad estructural ante eventos sísmicos?
Pensemos en terremotos recientes como el de México en 2017 o Turquía en 2023: cientos de edificaciones colapsaron, algunos modelos BIM habían sido aplicados en proyectos previos. ¿Faltó colaboración? ¿Falta validación efectiva de modelos? Validar el modelo no solo es detectar colisiones geométricas, también implica verificar datos de resistencia, materiales y correctas clasificaciones para simular el comportamiento ante cargas extremas[6]. ¿Cuántas firmas confían ciegamente en su software sin cuestionar los datos?
**Estudios indican que resolver fallos en fase diseño cuesta hasta 10 veces menos que hacerlo durante la construcción**[6]. Entonces, ¿por qué siguen produciéndose errores fatales en estructuras diseñadas con BIM? ¿Será que la colaboración no es tan real como dicen y la información circula con fugas o con datos falsos?
BIM es muy bueno para coordinar sistemas, optimizar costes y tiempos, pero **en diseño estructural colaborativo, la pregunta es: ¿estamos promoviendo una ilusión de seguridad basada en modelos digitales que no predicen fallos reales?**
¿O deberíamos exigir modelos validados rigurosamente, con datos certificados, para cada elemento crítico, para que nuestro próximo terremoto deje menos tragedias? Si BIM es el futuro, que ese futuro empiece por demostrar que sí protege vidas, no solo balances financieros o gráficos impactantes.
¿Estás de acuerdo o crees que la transformación real del sector va más allá de modelar estructuras digitales? ¿Qué experiencias o ejemplos reales conoces donde BIM haya marcado la diferencia en seguridad estructural ante catástrofes? El debate está abierto.
En el diseño de puentes, viaductos u otro tipo de estructuras viales en Chile, se diseña utilizando la norma AASHTO 1996, la que no tiene nada que ver con la 2002 que se refiere al método LRFD. Para determinar las cargas vivas, se emplea el camión HS20-44, el cual se presenta a continuación. Además, estas cargas deben ser amplificadas por los siguientes factores: 1. COEFICIENTE DE IMPACTO/CI (AASHTO 3.8) CI = 1 + 15.28/(Lc + 38.1) Donde Lc es la luz de cálculo en metros, y es definida en el punto 3.8.2.2 como sigue: a) Para calzadas de piso es la luz de cálculo. b) Para miembros transversales, como pisos de vigas, es la luz de cálculo de centro a centro de apoyo. c) Para el cálculo de momentos por camión, es la luz de cálculo y para voladizos(cantilevers) la longitud entre el momento máximo y el eje más lejano. d) Para el cálculo de corte por camión, es la longitud desde el punto cargado hasta el punto más lejano. Es decir, si deseo calcular el corte en el extremo, el CI ...
Comentarios
Publicar un comentario